Nueva concesión de pensión a militar de empleo con incapacidad por motivos psicológicos
27/01/2020
Este despacho ha conseguido una nueva pensión para otro Militar de Empleo al que la Administración Militar resolvió su compromiso con las Fuerzas Armadas por padecer una enfermedad psicológica.
En este caso concreto, se trata de un militar ingresado con anterioridad al 1-01-2011, por lo que la pensión se está tramitando por el Sistema de Clases Pasivas del Estado, conforme al vigente RD 71/2019, y se rompe con ello con la práctica habitual previa en el sentido de considerar (conforme al anterior RD 1186/2001 y la doctrina de la sala de lo contencioso administrativo de la Audiencia Nacional) que las enfermedades psicológicas no generaban derecho a pensión.
Se rompe así con una práctica habitual anterior que incluso había denunciado este despacho profesional en sede de amparo constitucional e incluso llevado el asunto al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, por cuanto los Militares de Empleo eran los únicos trabajadores en España a los que se les podía declarar la incapacidad para su profesión habitual y perder su empleo sin derecho a prestación alguna. Después de doce años, parece que se está normalizando un tanto la situación.
En este caso concreto, se trata de un militar ingresado con anterioridad al 1-01-2011, por lo que la pensión se está tramitando por el Sistema de Clases Pasivas del Estado, conforme al vigente RD 71/2019, y se rompe con ello con la práctica habitual previa en el sentido de considerar (conforme al anterior RD 1186/2001 y la doctrina de la sala de lo contencioso administrativo de la Audiencia Nacional) que las enfermedades psicológicas no generaban derecho a pensión.
Se rompe así con una práctica habitual anterior que incluso había denunciado este despacho profesional en sede de amparo constitucional e incluso llevado el asunto al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, por cuanto los Militares de Empleo eran los únicos trabajadores en España a los que se les podía declarar la incapacidad para su profesión habitual y perder su empleo sin derecho a prestación alguna. Después de doce años, parece que se está normalizando un tanto la situación.